jueves, 27 de junio de 2013

¿Cuándo empieza la preadolescencia?

¿Cuándo empieza la preadolescencia?Si tu niña, que siempre ha sido una princesa, se ha vuelto adusta y contestona, y tu hijo, que antes te lo contaba todo, parece estar en otro mundo y apenas te dirige la palabra… no sufras, no les pasa nada raro. Están entrando en la preadolescencia.





Todos hemos sido adolescentes. Es, ni más ni menos, una etapa del desarrollo que hay que pasar, y que incluso puede tener muchas cosas buenas. Sin embargo, a veces los padres no saben cómo entender la preadolescencia de sus hijos. No están preparados para descubrir que su pequeño, de solo 9 años, está dejando de ser un niño. Es, precisamente, este adelantamiento de la edad de la adolescencia lo que más asusta. Pero, ¿con cuantos años se supone que comienza esta etapa?

Cambios físicos


Generalmente, se solía decir que la preadolescencia empezaba a partir de los 10 años en las niñas (hasta los 12, más o menos), y a partir de los 12 años en los niños (y hasta los 14). Sin embargo estamos asistiendo a un adelantamiento de esta etapa, cuyos signos comienzan a verse desde los 8 o 9 años.
Por un lado, el desarrollo físico provoca cambios (sobre todo en las niñas) en torno a esta edad. Estos cambios pueden comenzar a producirse desde los 8 años y hasta los 16, mientras que en los niños el proceso se retrasa ligeramente y puede durar unos cuatro o cinco años.
Pero no son solo físicos los cambios que trae la preadolescencia, sino también psicológicos(que son los que más nos asustan a los padres). Se empiezan a notar cambios de apariencia, actitud y conducta. Muestran una autoestima bastante débil y las hormonas comienzan a hacer de las suyas, con lo que los niños parecen vivir continuamente en una montaña rusa. No son niños y aún no son jóvenes, y se sienten confundidos.

¿Qué podemos hacer los padres?

La clave está, sin duda, en tres palabras: paciencia, paciencia y paciencia. Porque el cariño se presupone. Ahora los padres debemos estar preparados para orientar a nuestros hijos sobre los cambios físicos que están experimentando, y ayudarles en lo posible en la toma de decisiones, una capacidad que están empezando a poner en práctica.

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